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Tomebamba:

el palacio del inca Huaina Capac

Max Uhle (1856–1944) ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

Max Uhle (1856–1944) ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

Max Uhle es considerado el "padre de la arqueología andina". Obtuvo fama mundial a partir de la publicación de sus investigaciones en el sitio incaico Pachacámac (1903). Uhle no tenía formación arqueológica académica, sino que puede ser considerado un autodidacta. Estudió Filología en la Universidad de Leipzig, especializándose en las "lenguas orientales". En 1880 se doctoró con una tesis sobre textos en chino antiguo. Como científico adjunto en el Museo de Dresde, y más tarde en el Museo de Etnología de Berlín, trabajó en 1882 con piezas arqueológicas americanas. Gracias a esta experiencia profundizó sus conocimientos a través de  lecturas y estudios de colecciones de museos de toda Europa. Uhle también adquirió valiosos conocimientos en Dresde donde colaboró estrechamente con el vulcanólogo Alphons Stübel (1835-1904). Stübel había viajado durante ocho años por Colombia, Ecuador y Perú y tenía una amplia experiencia en el trabajo de campo arqueológico.

Salvo algunas breves interrupciones, Max Uhle pasó entre 1892 y 1933 casi cuarenta años en Sudamérica. Recorrió una serie de países y trabajó en varias instituciones. Su nombre estará para siempre relacionado con los sitios arqueológicos más importantes del subcontinente.

Su primer viaje lo llevó en 1892 a la Argentina, donde estuvo un año entero principalmente basado en Tucumán investigando y coleccionando piezas arqueológicas y objetos etnográficos. Desde allí envió una amplia colección al Museo de Etnología de  Berlín.

Posteriormente estuvo viviendo tres años en Bolivia, donde no sólo trabajó como arqueólogo, sino que también realizó estudios de importancia fundamental en el campo de la etnolingüística de los grupos indígenas uru y aymará. Tras su primera visita a Tiahuanaco, Uhle protestó ante el gobierno boliviano por los ejercicios de tiro que se practicaban en el complejo arqueológico. Sus protestas tuvieron efecto: la sede fue declarada monumento nacional. Sin embargo, a raíz de ello el propio Uhle tampoco logró conseguir los permisos de excavación en Tiahuanaco. Desde La Paz envió diversas colecciones a Berlín.

A partir de 1896 Max Uhle trabajó para la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos. Por encargo de esta universidad realizó excavaciones en Perú, entre otros en los sitios de  Ancón y Pachacámac. Pasó los dos años siguientes en universidades y museos norteamericanos. Después de su regreso en 1899 a Perú, estudió los sitios arqueológicos Chanchán y Moche y excavó en el Cerro Blanco y en los alrededores de la Huaca de la Luna y del Sol. Uhle descubrió allí una necrópolis intacta de la época Chimú. Pudo rescatar a treinta y dos tumbas completas con un tesoro mortuorio único. Para esta región costera del Sur del Perú, la identificación que hizo Uhle de la cerámica Nazca puede considerarse, cuanto menos, sensacional. Hasta esa fecha las piezas habían ido apareciendo sueltas en los museos, fuera de su contexto. Después de otros tres años en la Universisad de Berkeley en California (1900-1903), Max Uhle trabajó hasta 1911, con breves interrupciones, en Perú. Se desconoce el motivo por el cual Max Uhle abandonó Lima.

A partir de 1911 colaboró en Santiago de Chile con la fundación y el desarrollo del Museo de Etnología y Antropología. Simultáneamente tuvo un cargo de profesor en la universidad, continuaba excavando y reuniendo piezas. El resultado de su primera excursión para el Museo de Santiago fueron más de 1000 objetos y 200 momias. Uhle permaneció en Chile hasta 1919.

De 1919 hasta 1932 Uhle vivió en Ecuador. Esta fue su estancia más prolongada en un país sudamericano. Desde Quito llevó a cabo una serie de expediciones arqueológicas hacia el altiplano andino y la costa del Pacífico.

Cuaderno n.º 127 de Uhle, 1921. A la izquierda (pág. 82 y hasta la línea gruesa trazada en la pág. 83) se puede observar la parte oriental del palacio; a la derecha, la parte occidental; ambas vistas desde el oeste. ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

Cuaderno n.º 127 de Uhle, 1921. A la izquierda (pág. 82 y hasta la línea gruesa trazada en la pág. 83) se puede observar la parte oriental del palacio; a la derecha, la parte occidental; ambas vistas desde el oeste. ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

El momento culminante del trabajo arqueológico de Max Uhle en Ecuador fue la excavación de la segunda capital del Imperio Inca, Tomebamba  en los años en 1921 y 1922. Este importante descubrimiento de Uhle, a saber, la confirmación que Tomebamba realmente había existido y la identificación del lugar en el que se encontraba, es considerado ser ni más ni menos que la solución al "enigma de la Troya ecuatoriana" (véase Höflein 2001). Tomebamba fue un gran centro administrativo, fundado por los incas en el lugar de una población perteneciente a una cultura local indígena a la cual habían vencido y sometido. Ello hace pensar en la costumbre de los españoles de construir sus iglesias encima de las ruinas de los templos incas; si bien también implica que los incas no fueron tan sólo "víctimas".

Tomebamba, plano de las ruinas incas, perspectiva O/SO. Lámina 2 de 2. ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

Tomebamba, plano de las ruinas incas, perspectiva O/SO. Lámina 2 de 2. ©Instituto Ibero-Americano, Berlín

Para medir los yacimientos arqueológicos, Uhle utilizó, entre otros, el levantamiento con plancheta, que no exige un gran número de cálculos. Su original forma de trabajar se conoce bien gracias a sus notas y los planos archivados en el Instituto Ibero-Americano de Berlín. En sus croquis, hechos con lápiz sobre papel milimetrado, las alturas son representadas con curvas de nivel con una distancia vertical de 50 cm. Cabe valorar sobre todo la rigurosa separación entre la realidad y la reconstrucción interpretativa en los croquis. Los largos años de experiencia con objetos expuestos en museos resultaron muy útiles a Uhle para elaborar las correspondientes cronologías: sabía apreciar muy bien las características típicas y las peculiaridades estilísticas de los hallazgos; su datación "intuitiva" de los objetos arqueológicos es a menudo de una exactitud asombrosa.

Plano de Tomebamba publicado en 1923. Toda la construcción, perspectiva S/SE. En: Max Uhle, 1923: Las Ruinas de Tomebamba. Academia Nacional de Historia, Quito.

Plano de Tomebamba publicado en 1923. Toda la construcción, perspectiva S/SE. En: Max Uhle, 1923: Las Ruinas de Tomebamba. Academia Nacional de Historia, Quito.

En 1925 Uhle obtuvo la Cátedra de Arqueología Ecuatoriana de la Universidad Central de Quito. En esa época dirigió también el Museo de Arqueología. Lo tuvo que reconstruir completamente después de un terrible incendio en el año 1929, lo cual subraya su entusiasmo inagotable por la arqueología.

"Listo para una excursión arqueológica". Max Uhle, s. a., dibujado por Cornelio Crespo Vega (1891-1941). Uhle anotó en la hoja: "de Cornelio Crespo, Cuenca (se supone que soy yo, supuestamente un extranjero gracioso, caricatura)" ©IAI, Berlín

"Listo para una excursión arqueológica". Max Uhle, s. a., dibujado por Cornelio Crespo Vega (1891-1941). Uhle anotó en la hoja: "de Cornelio Crespo, Cuenca (se supone que soy yo, supuestamente un extranjero gracioso, caricatura)" ©IAI, Berlín

Uhle, trabajador incansable y "más bien solitario", al que se atribuía un carácter relativamente introvertido, fue considerado una personalidad "que se había dedicado en cuerpo y alma y de manera casi ascética a la investigación. Alguien que, en caso necesario, prescindía de gran parte de las comodidades de la civilización, que veía en la meta y utilidad de este trabajo de investigación el sentido central de su vida". (Masson 1999:23)

La gran labor de Max Uhle consistió en combinar información arqueológica, etnográfica, histórica y lingüística, para desarrollar una visión compleja y holística de la historia cultural de la región andina.

Bibliografía sobre Max Uhle:

  • Dauelsberg Hahmann, Percy. 1975. Friedrich Max Uhle, padre de la arqueología andina: 1856 -1944. En: Revista de la Universidad de Chile, Sede Arica 3:36-50.
  • Höflein, Michael. 2001. Max Uhle in Ecuador: 1919 bis 1933. En: Gregor Wolff, ed., Die Berliner und Brandenburger Lateinamerikaforschung in Geschichte und Gegenwart: Personen und Institutionen, 329-347. Berlin: Wissenschaftlicher Verlag Berlin.
  • Höflein, Michael. 2002. Leben und Werk Max Uhles: eine Bibliographie. Berlin: Ibero-Amerikanisches Institut.
  • Idrovo Urigüen, Jaime. 2000. Tomebamba: arqueología e historia de una ciudad imperial. Cuenca: Banco Central del Ecuador.
  • Marcos, Jorge G. 1998. Max Uhle y la arqueología del Ecuador: precursor, investigador y profesor. En: Estudios andinos: Max Uhle, su obra,  y su repercusión, 197-215. Berlin: Instituto Ibero-Americano. [con una bibliografía "Obras de Max Uhle sobre Ecuador", 30 entradas]
  • Masson, Peter, y Gernot Krause. 1999. Max Uhle (1856-1944): Archäologie und Kulturgeschichte des Andenraums als Lebenswerk. En: Wolfgang W. Wurster, ed., Max Uhle (1856-1944), Pläne archäologischer Stätten im Andengebiet, 7-23. Mainz: Verlag Philipp von Zabern.
  • Rowe, John. 1954. Max Uhle, 1856-1944: A Memoir of the Father of Peruvian Archaeology. Berkeley: University of California Press.
  • Wurster, Wolfgang W. 1999. Die Planaufnahmen Max Uhles. En: Wolfgang W. Wurster, ed.,  Max Uhle (1856-1944), Pläne archäologischer Stätten im Andengebiet, 89-106. Mainz: Verlag Philipp von Zabern.